La transparencia es una base para edificar una buena comunicación; a través de este vínculo se crea confianza y reputación.
Al momento de informar, nuestros públicos reciben tantos argumentos, que es preciso considerar utilizar los canales de comunicación apropiados para que nuestros mensajes se fortalezcan.
Cuando me refiero al poder de la comunicación, es intrínseco; es decir que el momento que asociamos los valores y visión de la empresa en nuestros mensajes, estamos construyendo una fuerza proporcional que genera respetabilidad. Los medios tradicionales como las redes sociales reproducen muchísima información; sin embargo, los contenidos que proporcionamos deben ser confiables, certeros y comprobables.
Una empresa u organización que asume la responsabilidad de comunicar, debe enfrentar profesionalmente los paradigmas del desarrollo.
Es importante trabajar con una creatividad transformadora, que no pierda el objetivo, sino que asegure mantener el espacio de respetabilidad y aceptación.
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