Estamos viviendo la mejor época del año; sin embargo, dadas las circunstancias de la pandemia por la que atravesamos todo el mundo, nuestros hábitos han cambiando y con ellos, se pierde mucho de la relación cercana con amigos y familiares. Entre tanto, queremos también mantener ciertas tradiciones, que nos ha gustado a lo largo del tiempo.
Las fiestas de Navidad, son muy comerciales, pero también emocionales. Por ejemplo, quién no recuerda haber jugado al amigo secreto, vieja costumbre que la practicamos desde niños en la escuela y que la hemos llevado a nuestras distintas etapas, siendo en regalo lo que siempre nos ha quitado el sueño.
Ahora bien, en esta modalidad, con factores externos como la misma economía, nos reduce a pensar en la importancia de un regalo. Por cortesía, es bueno hacerse presente con detalles únicos. Detalles que simbolizan cariño, respeto. No tiene que ser el gasto innecesario, pero sí una muestra de afecto.
Por otra parte, el compromiso, es intrínseco. No te afliges si por alguna razón no puedes ser recíproca. Sólo sé tu misma, y expresa cariño de forma espontánea. En la vida hay cosas más significativas que un regalo. El respeto y lealtad hacia los demás, es más que un regalo. El abrazo y la sonrisa conectan con la gente. Recuerda que la imagen que debes proyectar es siempre en positivo.