La construcción de la imagen profesional, es un proceso que empieza en la determinación de los objetivos. Una persona que deja los miedos, y se enfrenta a una perspectiva nueva, tiene que atravesar una serie de pasos, desde el la retrospectiva hasta la proyección de sus anhelos.
En la parte profesional, si bien es cierto que empezamos con la firmeza de ser alguien con título, el profesionalismo, va más allá de eso. Un profesional está en permanente aprendizaje y con una autoevaluación que le orienta en su comportamiento.
Una de las mayores conquistas es tener una presencia arrolladora, sin ser agresivo; trasmitir confianza, sin ser invasivo; lucir seguro, sin ser prepotente; tener exposición clara, sin ser impositivo; guardar la prudencia, sin ser hipócrita.
Un profesional, es un referente, desde el mismo núcleo familiar, hasta el entorno laboral. Muchos se preguntan, cómo resaltar si estamos trabajando vía telemática?, pues creo que es una gran oportunidad desde el espacio que te encuentres, demostrar empoderamiento. La exposición a través de una cámara debe ser muy profesional. Estar correctamente vestido y tener recursos adicionales como luces y el micrófono.
Puede ser que hoy, sea el día que conozcas a un nuevo aliado, o impresiones a los directivos de una Junta. Entonces, ya estás advertido, la imagen es la herramienta que deberías manejarla a la perfección.
Es oportuno que un profesional esté alineado con las normas del éxito y las reglas claras.
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