Al reconocer nuestras limitaciones y buscar sinceramente una orientación, creamos la apertura para medir nuestra paciencia y fe. Revisemos este ritual que te te permitirá liberar todo lo que te pesa y hacer espacio para las buenas cosas que recibirás el sigueinte mes, que se caracteriza por ser la víspera a l as fiestas de Navidad y Fin de Año.
La esperanza siempre nos hace aferrar a algo. Nuestro estado de ánimo debe estar reforzado por nuestras propias convicciones y creencias. Así que no está demás que alguien quiera mantener esta ilusión.
Asumir la responsabilidad de las propias experiencias y de hablar con las otras personas de manera clara, manteniendo siempre abierto el corazón, dispuesto a conversar, es una forma de renovarse, porque estamos ampliando nuestra capacidad de entender a los demás y expandimos nuestra capacidad de tolerancia.
El ritual de la renovación se da entre el mundo del marketing también. Quizás te encuentres con promociones y afiches publicitarios que nos lleven a creer que están en un proceso único para sus clientes, pero la verdad, es simplemente una forma más de vender. Aprovechemos este día, esta fecha y hagamos nuestro propio ritual de la renovación. Saca de ti todo cuanto daño haga a tu corazón; evalúa tus pensamientos; revisa tu agenda. Establece prioridades y metas a largo y mediano plazo.
Revive momentos maravillosos con personas especiales para ti; visita a la familia y aporta con una sonrisa mientras recorres tu camino. El mundo necesita afecto, cariño y respeto.
POR SI ACASO QUIERES REAFIRMAR TU RENOVACIÓN
Para un ritual de renovación que necesitarás una hoja de papel blanco, bolígrafo de tinta roja, un sahumerio o un recipiente resistente al calor, y hojas de lavanda.
Siéntate en un lugar tranquilo en el que nada ni nadie te interrumpa mientras haces el ritual. Aleja los dispositivos que te distraigan, como celulares y tablets, y concéntrate en el presente. Respira profundamente durante unos minutos.
Cuando estés en tu punto de relajación, escribe en el papel una carta dirigida a al mes que viene, en ella anota primero qué agradeces del mes, qué experiencias positivas te dejó, lo que te hizo feliz y luego apunta los momentos difíciles y qué lecciones aprendiste de ellos. En este punto escribe todas esas cosas, situaciones y emociones, que deseas dejar en el pasado.
Toma la hoja con tus manos, cierra los ojos y despídete mentalmente del mes. El sitio EnPareja.com sugiere decir la frase: “Octubre, gracias por lo que me enseñaste. Te dejo ir”.
Rompe la hoja y prende el sahumerio con ayuda de las hojas de lavanda, si no tienes, enciende una varita de incienso de lavanda.
Ahora recorre todos los rincones de tu hogar para limpiar las energías del mes que se van.
Con este sencillo ritual, liberas todas las malas vibras que absorbiste del mes para recibir con los brazos abiertos las nuevas experiencias que llegarán en febrero.
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